Hay mucha confusión y desinformación sobre lo que hace que un fluido de transferencia térmica sea mejor o más eficaz que otro.
El Comparar 1 o 2 propiedades de los fluidos puede ser muy engañoso. Por ejemplo, la baja viscosidad mejora la transferencia térmica pero la baja densidad la reduce. Una alta conductividad térmica hace que el agua sea eficaz pero la mayoría de fluidos no acuosos tienen una conductividad muy baja. La única manera de comparar el rendimiento térmico de 2 fluidos es calcular el coeficiente de transferencia térmica del fluido (también conocida como el coeficiente de película interior) utilizando alguna variación de la ecuación Seider-Tate. La forma en que funciona esta ecuación: la viscosidad tiene la mayor influencia sobre la transferencia térmica, seguida de la densidad, el calor específico y la conductividad térmica.
La presión de vapor no afecta la transferencia de calor, hablaremos sobre esto más adelante. |